En el 2018, había poca vegetación sombreando la orilla del arroyo Rattlesnake poco después de la ruptura de la represa de Bonasa Breaks Ranch. En 2025, el arroyo está totalmente sombreado y el área ribereña ha recobrado su salud.
En la mañana del 13 de abril de 2017, cerca de 9.4 millones de galones de agua rompieron una represa de tierra en el rancho Bonasa Breaks Ranch, situado en el condado Asotin. El agua arrasó con árboles, arbustos, y peñascos, y destruyó un hábitat crítico para la trucha arcoíris migratoria.
La inundación y el flujo de escombros resultante causó daños a una autopista estatal, demolió un puente y destruyó varios acres de propiedad privada.
El dueño de Bonasa Breaks Ranch contrató a Rob Richardson, geomorfólogo y consultor de ingeniería, y a su firma Rio ASE, para restaurar la zona afectada por la ruptura de la represa.
Recientemente acompañamos a Richardson en una visita al lugar para monitorear la recuperación del arroyo Rattlesnake, ocho años después de lo acontecido.
¿Qué provocó la ruptura de la represa?
El arroyo Rattlesnake es un pequeño arroyo naciente que alimenta al río Grand Ronde cerca del pueblo de Anatone. Fotos aéreas contenidas en el Reporte Hidrológico y del Fallo de la Represa del Departamento de Ecología, que muestran la expansión del estanque entre 2006 (izquierda) y 2009 (derecha).
El arroyo es hogar de la trucha arcoíris migratoria del río Snake, una especie incluida en la lista federal de especies amenazadas. Esta trucha migra al mar y requiere agua fresca y limpia para desovar y sobrevivir antes de regresar al océano.
La ruptura de la represa en Bonasa Breaks Ranch ocurrió aguas arriba del hábitat de la trucha arcoíris migratoria, pero ocasionó graves daños aguas abajo.
Cuando el dueño de Bonasa Breaks Ranch compró la propiedad de los descendientes de Ernest Hemingway, esta incluía un estanque con capacidad para 3.26 millones de galones de agua, o menos de 10 acres-pie.
Según el Reporte Hidrológico y del Fallo de la Represa de Bonasa Breaks Ranch, no se requiere un permiso de represa para un estanque de ese tamaño. Sin embargo, la investigación realizada por Ecología después de la inundación reveló un estanque mucho más grande. Por medio de fotos aéreas, se descubrió que el tamaño del estanque casi se había triplicado entre 2006 y 2009. Un estanque de ese tamaño sí requiere un permiso.
El reporte de 2017 concluyó que la represa modificada no habría pasado inspecciones porque no cumplía con varios criterios.
Luego de la inundación
Steve Croskey y su compañía, Bonasa Breaks Ranch, fueron multados $15,000 por expandir la represa sin un permiso, y otros $100,000 por violaciones a las leyes de calidad del agua de Washington. Croskey contrató a Rio ASE para restaurar las áreas del arroyo Rattlesnake afectadas por la inundación y el flujo de escombros. Arriba: Arroyo Rattlesnake y brazo oeste del arroyo Rattlesnake con vegetación ribereña saludable en el 2017, antes de la ruptura de la represa. Abajo: Arroyo Rattlesnake después de la inundación y desprovisto de vegetación ribereña, y el brazo oeste del arroyo Rattlesnake que no se vio afectado por la ruptura de la represa en 2017. Los árboles y arbustos a lo largo del cauce principal se han recuperado sustancialmente desde entonces.
Al principio, los dueños de tierras cercanas se resistieron a permitir acceso. Eventualmente, Rio Ase pudo visitar las áreas afectadas, evaluar los daños y desarrollar un plan para la restauración. Según los estimados originales la restauración costaría $2.5 millones, pero la recuperación natural ha reducido esos costos significativamente.
El trabajo de restauración empezó en 2023, tras años de estudios, acuerdos con los dueños de tierras, y un acuerdo en una demanda civil. Hasta el momento, Bonasa Breaks Ranch ha:
- Plantado árboles cerca de la brecha de la represa
- Eliminado tres barreras que impedían el paso de los peces
- Reparado varios canales del arroyo
- Añadido material leñoso para mejorar el hábitat de la trucha arcoíris migratoria
El 2025 marca el tercer año de la restauración. Rio Ase, con apoyo de Ecología y el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington, continuará monitoreando el lugar hasta 2032, por siete años más.
Según Rio ASE, las obras planeadas para el 2025 incluyen:
- Estabilización de cabezas de cárcava y orillas inestables
- Revegetación de áreas donde la recuperación natural ha sido lenta
- Cierre permanente de un camino de acceso que lleva a los segmentos superiores del arroyo
Recuperación natural
Ocho años después de la inundación, el arroyo Rattlesnake se está recuperando con ayuda de Rio ASE, Bonasa Breaks Ranch y otras agencias colaboradoras.
Las raíces de los árboles estabilizan la orilla porque mantienen las rocas y el suelo en su lugar cuando el volumen del agua aumenta.
Según Richardson: “Aunque el flujo de escombros provocado por la ruptura de la represa no fue un evento natural, el arroyo tiene una larga historia de recuperarse naturalmente después de eventos similares, y por eso estaba bien adaptado a recuperarse del río de desechos”.
El lugar es ejemplo de la resiliencia de la naturaleza, especialmente cuando se le da la oportunidad de sanar.
Retorno de la naturaleza
Mientras caminábamos por lechos de arroyo rocosos, colinas con arbustos, y el borde de bosques, vimos señales que la vida silvestre ha regresado al arroyo Rattlesnake: juveniles de trucha arcoíris migratoria y larvas de tricóptero en el arroyo bajo, un indicio clave de un arroyo saludable; huellas de alce en la orilla; un oso negro y su cachorro virando piedras en busca de alimento en una carretera de un bosque. El canto de los pájaros llenaba el aire mientras los martines pescadores, las reinitas amarillas y los escribanos sietecolores hacían su hogar en el hábitat ribereño en recuperación, ofreciendo canto y destellos de color en nuestro viaje aguas abajo.
Y, por supuesto, ninguna visita al arroyo Rattlesnake estaría completa sin ver una serpiente de cascabel.
Una serpiente de cascabel juvenil se desliza en la zona de llanura de inundación a lo largo del arroyo Rattlesnake.


